Sierva
La palabra "sierva" tiene sus orígenes en las sociedades feudales y está ligada a la forma hereditaria de propiedad del terreno del señorío que cultivaba. La condición legal del siervo estaba a medio camino entre la del esclavo y la del hombre libre, ya que aunque no pudiese dejar la tierra en la que vivía, tenía casa y bienes propios, y podía hacer testamento.
En la actualidad, se entiende la palabra "sierva" como la persona que sirve a otra y está sujeta a su autoridad. Por esa razón recomendamos evitar esta expresión ya que su uso no describe las relaciones de trabajo entre el empleado y el empleador y los derechos y responsabilidades de cada una de las partes.
Cuando se usa este término, se lo hace principalmente en femenino ya que el personal de casas particulares es (en la mayoría de los casos) femenino, representando el 17,4% (2013) del total de las mujeres ocupadas del país (Argentina).
La expresión "sierva" es despectiva y peyorativa, y colabora con la perpetuación de la imagen de que el trabajo de limpieza es tan bajo y menospreciado como el de un esclavo.
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Fuentes
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