Civilizado

De Del Sector Social
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“Civilizado” es un término de uso y carga discriminatoria asociado a valores eurocéntricos que demarca actitudes racistas y xenófobas.

Alude a los comportamientos “educados y correctos” de debiera tener una persona. El Diccionario de la Lengua Española define el acto de civilizar como “elevar” o “mejorar la formación y comportamientos de personas o grupos sociales”, mientras reserva para “civilización” una definición que la comprende como “estadio de progreso material, social, cultural y político propio de las sociedades más avanzadas”.

Las tres definiciones dadas contienen arbitrariedades a la hora de vincular, en las diferentes conjugaciones, al término con el “avance”, “progreso” o “elevación”; ya que este conjunto de palabras encierra en sí una presunción unánime y tácita acerca de lo que significa una sociedad o persona “avanzada”.

La etimología del término remite a su raíces latinas, ya que la palabra tiene su origen en la Antigua Roma, donde se denominaba “civitas” a quienes gozaban de la ciudadanía, es decir, quienes eran reconocidos sus derechos civiles y políticos. Desde aquí podemos entonces hallar la carga discriminatoria de la palabra en cuanto a su discernimiento entre quienes merecen reconocimiento de sus derechos y quienes no.

El avance hacia lo civilizado se ha entendido históricamente como un desarrollo económico bajo lógicas capitalistas, una preponderancia cultural de marcada influencia eurocéntrica y la conformación de una sociedad homogénea de rasgos asociados también a la idea del “hombre blanco europeo”.

Al “civilizado” se lo ha retratado junto a una contracara designada como “salvaje” o “bárbaro”. Este salvaje, en oposición a él, no habría alcanzado su grado de desarrollo y en consecuencia, cuanto menos, no podía gozar de la misma calidad de vida que él.

En el afán de lograr equiparar su desarrollo civilizatorio, numerosos Estados han fomentado un ataque hacia la figura de los designados salvajes, dando pie a procesos discriminatorios de exclusión y exterminio a lo largo de la historia en diferentes partes del mundo. Por ejemplo, en Argentina los procesos de constitución de la Nación durante el siglo XIX e inicios del siglo XX tuvieron por objeto la segregación y exterminio sistemático de los pueblos originarios y los gauchos, pensamientos inmortalizados en “Facundo” de Domingo Sarmiento, donde se sirve de su figura para tratar la dicotomía civilización y barbarie; y concretado bajo lo mal denominado “campaña del desierto”. Estas experiencias también se han reiterado en gran parte de los países de latinoamérica, así como en África y Asia, a partir de experiencias como el Apartheid o el conflicto palestino-israelí que persiste en la actualidad.


Recomendación

Desde DelSectorSocial.org recomendamos evitar el uso del término “Civilizado” ya que resulta inadecuado a la hora de dar cuenta del nivel de desarrollo en personas o pueblos debido a su connotación discriminatoria analizada y su arbitrariedad. Es preferible, en cambio, remitirse a los indicadores estadísticos que usan los países para dar cuenta de su situación social, política y económica, como el Índice de Desarrollo Humano (IDH), Índice de Pobreza e Indigencia o Esperanza de Vida, entre otras estadísticas utilizadas.




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